Estadio Wanda Metropolitano, Madrid
03/04/2019En 2011, la oficina Cruz y Ortiz Arquitectos recibió el encargo de redactar el proyecto de la ampliación del antiguo estadio de La Peineta con las premisas de alcanzar un aforo de 68.000 espectadores y transformarlo en un equipamiento deportivo de fútbol capaz de obtener la más alta calificación que concede la UEFA para albergar grandes finales internacionales. Con esas premisas, el estudio de arquitectura madrileño se planteó que el nuevo coliseo deportivo debía cumplir además un doble objetivo: por un lado, que no se perdiera la imagen reconocible del anterior graderío y, por otro, que la ampliación formara un conjunto armonioso con el antiguo edificio, es decir, que fuera en realidad la suma de ambas partes. Asimismo, en el diseño del nuevo estadio, Wanda Metropolitano, fue prioritario que el espectador tuviera la mejor visibilidad y la mayor cercanía con el campo de juego; eso sí, siguiendo las recomendaciones en cuanto a seguridad en caso de evacuación o las especificidades que generaran la celebración de partidos de fútbol de alto nivel y en ocasiones de alto riesgo.
Hormigón como elemento unificador
El área de intervención ocupa una superficie total de 113.182 m2 y el hormigón es el material de construcción que uniforma y homogeniza el edificio, presente tanto en la estructura portante de los graderíos, como también en la original cubierta.
La primera actuación que se realizó fue bajar la cota de la pista de atletismo original, lo que permitió aproximar a los espectadores al terreno de juego sin alterar exigencias de visibilidad. Lo siguiente fue dotar al área que se iba a ampliar, de una zona nueva de servicios. Para ello se construyeron dos plantas subterráneas, destinadas casi en su totalidad para aparcamiento. Sobre esta crujía donde se concentran también los accesos de público, palcos y todos los servicios complementarios, se construyó el nuevo graderío perimetral dispuesto en tres niveles que rodean el terreno de juego del nuevo equipamiento deportivo del Atlético de Madrid.
Y finalmente, la cubierta: uno de los elementos más singulares del nuevo estadio debido a su forma ondulante y su altura variable. Además de unificar los dos momentos del edificio, cubre prácticamente a la totalidad de los espectadores y está construida con una estructura de acero de 6.336 toneladas, tensada con cables radiales. Sus dimensiones aproximadas son de 286 metros en sentido norte- sur y de 248 metros en dirección este-oeste. La estructura principal de la cubierta está formada por un doble anillo a compresión exterior y un doble anillo interior a tracción, y dos grupos de cables radiales. La malla así formada se cubre mediante membranas tensadas. La luz de la cubierta (la distancia entre los anillos de compresión y tracción) es de aproximadamente 57.00 m. A partir del anillo de compresión se ha generado un voladizo hacia el exterior, también cubierto por membranas tensadas que cubre el perímetro exterior del antiguo graderío y se prolonga alrededor de todo el estadio. En torno a la envolvente, se dispone un canal de recogida de aguas exterior que es rojo, color que identifica al Atlético de Madrid. La visión de esa línea roja a lo largo del perímetro contribuye decisivamente a la definición de la imagen del estadio.
Ya en el exterior del edificio, se extienden los accesos que superan diferentes desniveles del terreno mediante rampas y escaleras, y se distribuyen cerca de 3.000 plazas de aparcamiento para los aficionados. Con la finalidad de recoger las aguas pluviales y evitar la formación de zonas de acumulación de agua ante eventos de asistencia masiva, se han dispuesto canales de drenaje ACO Self 200. Al canal fabricado en hormigón polímero, se le añade una pasarela de fundición que admite las clases de carga A15, B125 y C250, fijada con clavija. Los canales de desagüe de ACO pasan discretamente por los exteriores de hormigón y asfalto. Estos canales versátiles y de gran capacidad hidráulica ayudan en la recolección de estas aguas pluviales y conducirlas a unos depósitos donde se acumular para luego reciclarse y destinarse al riego del terreno de juego y la limpieza de la plataforma.
Los desagües de los espacios sanitarios
Para los espacios sanitarios, como los vestuarios y los baños (privados y públicos), se han tenido que optar por desagües de agua que puedan instalarse en edificios existentes que van a ser rehabilitados. Soluciones que tuvieran, por ejemplo, una profundidad mínima de instalación. En los vestuarios, se han instalado hasta 60 metros lineales de canales de ducha ShowerDrain C que a ras de suelo, garantizan la accesibilidad y el tráfico entre distintos usuarios a la vez, pero también la higiene al facilitar una limpieza y un mantenimiento óptimo. Este tipo de desagües perimetrales están fabricados en acero inoxidable y todas las piezas que forman parte de su cuerpo están soldadas para evitar fugas. Las rejas al estar realizadas en un perfil único reducen el rebosamiento del agua. El sifón de este canal de drenaje es completamente extraíble para su limpieza y un acceso total a las tuberías para solucionar problemas de obstrucción. Además se trata de una canal resistente que permite utilizarse en zonas compartidas, puesto que tiene una capacidad de carga A15 (según Norma EN124). En el resto de espacios sanitarios, como los lavabos y aseos disponibles para público y personal laboral en todo el equipamiento deportivo, se han instalado 200 sumideros Select redondos. Fabricados de forma compacta en acero inoxidable AISI 304, son un desagüe adecuado para usar en suelos de cemento, resina o cerámica. El sifón es parte integral de la rejilla y permite el acceso para el desatasco de la tubería de drenaje.