El proceso de corte, conformado y soldadura del acero inoxidable introduce impurezas en la superficie del material que, a menos que se tomen medidas, provocarán que éste empiece a corroerse y a la larga finalice su vida útil. Por eso, antes de la fabricación, es vital tratar las superficies del acero inoxidable para garantizar su plena resistencia a la corrosión. Medianteel decapado y pasivado como tratamiento superficial principal, es posible restablecer plenamente la resistencia a la corrosión original, garantizándose una vida útil prolongada y fiable, además de la estética requerida.