Un tanque de tormenta tiene como principal objetivo retener el agua de la lluvia recogida por diversos canales de drenaje para posteriormente suministrarla de forma controlada a la red de alcantarillado o de almacenarla para su uso posterior. El sistema Strombrix se usa como elemento de infiltración o atenuación. En el primer caso, el agua de lluvia se reintroduce gradualmente al terreno, alimentando los acuíferos de forma natural, reduciéndose así la carga de alcantarillado y depuradoras. En el caso de atenuar, lo que se consigue es aprovechar espacios transitables para laminar las puntas de precipitación, evitando sobrecargar la red de saneamiento. Esto permite optimizar sistemas de bombeo y ahorrar en colectores.