El gran reto del equipo de arquitectos compuesto por Estudio Herreros y MIM-A era crear una manera de habitar y transitar en un edificio con un programa denso de viviendas. De ahí acabó surgiendo un edificio plurifamiliar de volumen contundente que consta de tres plantas que se destinan a aparcamiento y zona comercial, y 7 más para viviendas. En total se construyeron 79 pisos de protección oficial. Este complejo programa hizo trazar una planta tipo que buscase la mínima pérdida de superficie en comunicaciones. Por lo que se implantó un único núcleo central equipado con dos escaleras entrevigadas tipo «tijeras», dos ascensores y dos núcleos de instalaciones.

Las fachadas exteriores son repetitivas y cerradas mediante lámina de panel industrial exterior ventilado. Esta envolvente continua se rompe a veces mediante huecos que aligeran la densidad del bloque residencial, y que a la vez sirve para generar espacios que favorecen ventilaciones cruzadas. Las grandes ventanas con rotura de puente térmico que se ven desde el exterior dan a las salas de estar y los dormitorios. Los accesos, cocinas y baños se abren a corredores interiores donde las fachadas adquieren hasta un carácter cuasi pintoresco. Estos interiores se resuelven con celosías en las ventanas y alicatados que se abren a un gran vestíbulo accesible desde la calle que se acaba convirtiendo en un gran patio comunitario. De forma adicional, algunas de las viviendas cuentan también con terrazas intermedias. Todos estos espacios tienen en común la disposición de revestimientos y pavimentos de baldosa cerámica en espiga de amplia tradición en Cataluña. Sobre los suelos, se insertan de forma estudiada y en paralelo canales de drenaje ACO Self con rejilla galvanizada; este sistema sirve para la recogida de aguas pluviales y residuales originadas por el mantenimiento y limpieza de las viviendas.

Para mejorar la calidad energética y reducir el impacto ambiental del edificio, se han instalado paneles solares en la azotea que recogen energía fotovoltaica para iluminación de los espacios comunes y las viviendas cuenta sistemas de aerotérmia para la calefacción y ACS.

Este complejo de viviendas ubicado en el proyecto de urbanización del Salón Central de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) cuenta con una superficie construida de 12.675,30 m2 y mereció el premio FAD de Arquitectura en 2020.