El Parque da Liberdade pasó a llamarse Parque Eduardo VII en 1903, un año después de que el rey de Inglaterra visitara Lisboa con el objetivo de mejorar las relaciones diplomáticas y comerciales con Portugal. El actual parque, construido como una prolongación de la Avenida da Liberdade, tiene una extensión de 25 hectáreas y cuenta con un mirador en la parte más alta que ofrece una de las panorámicas más completas del centro de Lisboa. El parque es atravesado por un eje central de césped decorado con una composición geométrica de setos de boj. A los lados, dos grandes avenidas de árboles flanquean el eje transversal.

En marzo de 2021, y con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, comenzaron las obras de rehabilitación de pavimento y drenaje del parque, como acciones implementadas por el Plan General de Drenaje de Lisboa (2016-2030). Su objetivo es mejorar la contención de las aguas pluviales en la ciudad para prevenir inundaciones y, a la vez, evitar su infrautilización.

Para mejorar la recogida de las aguas pluviales en las zonas verdes del parque y poder canalizarlas se instalaron canales de drenaje MultiDrain 300. Fabricados en hormigón polímero y con bastidor de acero UltraSteel, estos canales tienen un diseño en forma de V que permite aumentar la velocidad del agua y el autolimpiado del mismo.

A su vez, estos canales se conectan a la red de recogida de aguas existente en el parque en tramos determinados, lo que ayuda a recogerlas y transportarlas hacia los tanques de tormenta ACO Stormbrixx HD. Estos tanques están fabricados en polipropileno y se encuentran enterrados en dos puntos específicos del eje central del parque. Cuando el agua de la lluvia consigue ser transportada a los tanques, estos la retienen y la almacenan para proceder a su reintroducción en las zonas verdes de forma gradual. De esta forma, se consigue reducir la carga de la red de alcantarillado para evitar inundaciones y desbordamientos en casos de lluvias intensas.