Con el paso de los años, la Península Ibérica se ha convertido en una de las regiones de Europa más afectadas por episodios de sequías extremas. Este desafío climático ha obligado a las administraciones públicas a poner en marcha planes y medidas que velen por el uso correcto del agua y por su ahorro eficiente.

El agua de la lluvia, si es correctamente recogida, filtrada y almacenada, puede representar una alternativa adecuada para llevar a cabo varias acciones que realizamos a diario y que no requieren del uso de agua potable de calidad. Por ejemplo, si el agua de la lluvia se pretrata correctamente, posteriormente podrá utilizarse para rellenar cisternas de inodoros, limpiar suelos o regar zonas ajardinadas, lo que hará que el consumo de agua de nuestros hogares se reduzca hasta un 50%.

En el municipio barcelonés de Vilafranca del Penedès, se aprobó una ordenanza municipal que regula la incorporación de instalaciones y mecanismos de ahorro de agua en edificios de viviendas y otras construcciones con el objetivo de reducir el consumo de agua potable. En el caso de esta vivienda plurifamiliar, se optó por instalar los depósitos de recogida de aguas pluviales DRP. A la hora de elegir estos equipos, se debe tener en cuenta el cálculo del caudal de captación y la demanda de agua que representa el espacio en el que se instale. Los depósitos de aguas pluviales de ACO Remosa, que se instalan en áreas no transitables para asegurar que la recuperación del agua sea de la mayor calidad posible, se presentan con o sin filtro para eliminar partículas de suciedad, hojas, y pequeños animales.

El funcionamiento de los sistemas de recolección del agua pluvial se describe en cuatro fases. En primer lugar, el agua de la lluvia es recogida y captada para ser transportada al depósito donde será almacenada. A continuación, para garantizar la calidad del agua recogida, y dependiendo también del uso previsto, se pueden llevar a cabo ciertas acciones para su tratamiento mediante filtros. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el volumen de agua de la lluvia que se almacena es el adecuado, dependiendo siempre de los estándares establecidos para su uso previsto, evitando así también posibles riesgos de deterioro. Finalmente, se produce el suministro del agua para aquellos usos que no requieran de agua potable, tanto en el interior como en el exterior de los edificios.

Los depósitos y cisternas para la recogida de aguas pluviales de ACO Remosa se diseñan y se fabrican siguiendo la norma UNE-EN 16941-1:2019 sobre el diseño, el dimensionamiento, la instalación y la puesta en marcha de sistemas para la reutilización de agua de lluvia.